Es maravilloso ver las caras de las personas al terminar el proceso de la compra o venta de su propiedad, el deseado día de la notaría, ahí se produce una especie de final feliz y al tiempo un pequeño síndrome de Estocolmo, ya que el proceso de compraventa une muchísimo, es necesaria la unión de ambas partes para rematar un proceso que en ocasiones está lleno de dificultades, es más llevadero hacerlo de la mano de un profesional de confianza,que , por lo general, se convertirá en un amigo de por 💛 vida.
Sueños realizados 💞💞
Maite Minguillon Torres
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